UNTITLED

Creo que entre otras cosas las decisiones son las que nos hacen “hombres y mujeres de bien”. Por que una persona que de alguna manera toma decisiones hoy, mañana no le dará miedo enfrentarse a la vida cuando alguna de estas llegue y se le pare en frente.

El día de ayer tome una decisión la cual al final me hizo quedar con un mal sabor de boca, pero con la verdadera convicción de que hice lo correcto.

No ahondare en el tema, puesto que este es reservado solo para el gremio familiar, sin embargo, les comento que tuvo que ver con poner en su lugar a una persona que de alguna manera los últimos 4 años de mi vida fue parte importante de la misma, pero que también debo decir fue la culpable de muchas desventuras.

Y no es que culpe a alguien mas de mis decisiones pero es que como seres sociables estamos destinados de alguna manera a compartir el tiempo, las experiencias y la vida con la gente que esta a nuestro alrededor.

El día de ayer por la noche fue el día “D” , ya que aunque fue difícil hablar con esta persona, tuve que amarrarme los... pantalones y pararme enfrente de él para decirle lo que siento y el por que de las cosas. Debo admitir que no fue fácil y mucho menos dado el tono de la conversación, que de alguna manera llego a convertirse en una platica rìspida y llena de euforia.

Me enfrenté a una persona que además de negar cuanta cosa le decía, siempre encontró pretextos para evadir los reclamos que me molestaban.

Me enfrenté a una persona que por mas que le daba a entender que las cosas no son como las ve, siempre trató de encontrar una forma de verlas de diferente manera para poder esquivar las situaciones de conflicto.

Me enfrente a una persona que aunque mencionaba situaciones reales, todo lo convertía en imágenes ilusorias que le hacían eludir los mas profundos reclamos de mi parte

Me enfrente a una persona que entre risas y muecas de melancolía se limito a escucharme y a mostrar un rostro libre e inanimado el cual solo reflejó desinterés en la plática.

Me enfrente a una persona que se decía llamar mi mejor amigo y que lo único que demostró es el no sabe siquiera lo que esa extraordinaria frase engloba.

Me enfrente a una persona que era movida por el interés y la necesidad ególatra de satisfacerse, sin siquiera pensar en los demás.

Me enfrente a una persona que desgraciadamente no valía la pena y que tal vez no lo veía.

Me enfrente a mi mismo y sin darme cuenta, sé que me ataque de una manera despiadada y tirando a morir.
Hoy me siento tranquilo, con un mal sabor de boca es cierto, pero seguro y convencido de que lo que hice anoche fue una muestra mas de lo que soy capaz de hacer y hasta donde puedo llegar.
Te quiero Hermano, Lastima!